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Lleno total en la 4ta edición del festival PUERKO ES EL PUNK, el único festival autogestionado exclusivamente de este género en toda la costa caribe colombiana.
Redacción, Héctor Rokeme.
Ayer, el Teatrino de la Primera con 27 en Montería se convirtió en el epicentro de la música punk con la celebración del festival Puerko es el Punk. Con un cartel lleno de energía y actitud, la noche reunió a un público ferviente que disfrutó de las presentaciones de varias bandas de renombre del circuito Punk nacional, consolidándose como uno de los eventos más esperados por los amantes del género en la ciudad.
La jornada arrancó con la banda Raptados, quienes, con su potente puesta en escena, lograron prender el ambiente desde el primer acorde. El público comenzó a sentir la intensidad que marcaría todo el evento, con las guitarras rasposas y la batería arrolladora que caracterizan su estilo.
Malvado Instinto continuó la programación, con un show que no dejó respiro entre canción y canción. Su música cruda y visceral hizo que el público se entregara por completo, generando una conexión palpable con la banda.
Desde Apartadó, Fusarium subió al escenario, trayendo consigo la energía del Punk más auténtico, que rápidamente hizo vibrar el Teatrino con su propuesta directa y energética. A pesar de la distancia, los de *Fusarium* lograron conectar con el público monteriano, mostrando la fortaleza de la escena Punk fuera de la capital.
Gritos de Asko también hizo lo suyo, con una presentación que desbordó actitud y rabia, un fiel reflejo de su propuesta underground. Las letras cargadas de crítica social y sus riffs potentes hicieron que la euforia se apoderara del recinto.
Una de las sorpresas de la noche fue la presencia de Sin Nadie Al Mando, la banda bogotana que se encargó de inyectar aún más energía al evento. Con su estilo agresivo y líricas combativas, su show fue un grito de protesta que resonó entre los asistentes, quienes se entregaron a su sonido sin pensarlo dos veces.
El cierre del festival estuvo a cargo de la banda joven de Montería, Azaraplaza, quienes mostraron por qué son la nueva cara del rock local. Con su propuesta fresca y enérgica, los monterianos demostraron que la escena local sigue más viva que nunca, dejando claro que el futuro del Punk en la ciudad está en buenas manos.
El Puerko es el Punk no solo fue una fiesta de música, sino una celebración de la rebeldía, la independencia y la resistencia del Punk, un género que sigue latiendo fuerte en Montería y en toda Colombia. La noche demostró una vez más que, a pesar de los tiempos, el Punk sigue siendo un vehículo para la expresión libre y auténtica.
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